Desde inicios de la década, las regiones con actividad minera reciben canon. El desembolso se financia con la mitad del Impuesto a la Renta (IR) que las empresas mineras pagan de sus ganancias al Estado. La distribución está contemplada en la Constitución, pero en el gobierno de transición de Valentín Panigua se reglamentó y comenzaron adistribuirse recursos a gobiernos regionales y locales.En los últimos seis años, Arequipa, Cusco, Moquegua, Puno y Tacna recibieron S/. 9 mil 44 millones por este concepto. ¿Se invirtieron en obras y proyectos que ayuden a reducir la pobreza y mejorar las condiciones de vida de sus habitantes? Todo indica que no. Y si no hubo malgasto, sí hubo incapacidad para usar esos recursos. De 10 soles que reciben, 8 provienen del canon. Los gobiernos regionales y locales no gastan el 40% de lo recibido.Un caso palpable es el sur del país, donde se concentra casi la mitad de desembolsos del canon, pero persisten altos índices de pobreza en Cusco, Apurímac y Puno. Sobre el uso del canon hay distintas interpretaciones. Según las regiones, la burocracia del Ministerio de Economía bloquea algunos proyectos; y desde esta cartera se afirma que los proyectos no reciben el visto bueno por su mala formulación.