El empresario chileno Andrónico Luksic habló ayer, pero no para los tribunales peruanos que lo requieren por el caso Lucchetti sino para la prensa de su país. No solo insistió en hacerse pasar como víctima del proceso que se le sigue en el Perú, por sus negociados con Vladimiro Montesinos, sino que puso condiciones para venir a Lima y afirmó que su juicio partió con un "veredicto de culpable". Es más, en su primer pronunciamiento desde que fue declarado reo contumaz y se ordenó su captura internacional, dijo que no se presentó ante la justicia peruana (en la audiencia del jueves pasado) porque no existían las garantías de un proceso justo e imparcial. Pero ahí no quedó todo, Luksic, uno de los empresarios más poderosos de su país, sostuvo que está dispuesto a venir cuando sea necesario, siempre y cuando no quede arraigado. "Las veces que me citaron a Perú siempre fui. Pero en el último tiempo han ocurrido hechos que demuestran que la justicia peruana nos está discriminando. Ni siquiera fuimos notificados", manifestó en una entrevista publicada por El Mercurio de Chile. Luksic indicó, además, que la Corte Suprema "cedió ante la enorme presión y cambió su veredicto", y atacó directamente a la Primera Sala Penal Especial al indicar que sus dictámenes dejan duda de imparcialidad, de debido proceso y de garantías.