Cuando la seguridad ciudadana y la vial están en una situación calamitosa, el gobierno anunció ayer un paquete de trece medidas con el que pretende enfrentar un problema que ha escalado hasta los primeros lugares de la agenda nacional.Aunque bastante tarde, pues durante sus primeros cuatros años el gobierno no atendió este asunto con el rigor debido ni con los recursos requeridos, el nuevo plan de seguridad ciudadana produce expectativa ante una situación que afecta notoriamente la calidad de vida de la población, la cual está amenazada permanente por la delincuencia sin que las fuerzas del orden tengan la capacidad de actuar con eficacia.Falta, sin embargo, establecer algunos asuntos relevantes para poder prever que el plan permitirá efectivamente mejorar la seguridad ciudadana.Primero, si el gobierno tiene la real convicción de aplicar el plan o si el anuncio de ayer es, como tantas veces ha ocurrido en el pasado, un simple saludo a la bandera para salir del apuro. Pues, como anota en su columna de hoy el ex viceministro del Interior Carlos Basombrío, las medidas indicadas por el presidente son las mismas que Pedro Pablo Kuczynski anunció hace un mes en el Congreso.De paso, fue sintomática la ausencia del premier en la reunión de ayer en Palacio de Gobierno en la que se anunció el plan de seguridad. Habiendo sido este el tema que PPK propuso como rasgo distintivo de su gestión, ahora él debería preguntarse '¿quién se llevó mi queso?'. Segundo, falta ver si el gobierno aportará los recursos necesarios para financiar las medidas anunciadas. Asimismo, quizá sea más importante para prever la efectividad del plan el que este no haya sido parte de la urgente reforma policial, pues la institución no solo requiere más dinero sino, también, mejores procesos.Así las cosas, parece difícil que, luego de tanto tiempo de indiferencia frente a la seguridad ciudadana, el gobierno pueda revertir la situación en un plazo tan breve como el que se ha impuesto para empezar a observar resultados. Habrá que ver, y apostar a que todo salga bien, señala el director de Perú 21, Augusto Álvarez Rodrich.