El oro bajó un 2 % ayer, en su mayor caída diaria en más de un mes, después de que un débil reporte laboral en EE.UU. afectó el apetito de los inversores por el riesgo y apuntaló al dólar, lo que golpeó a las materias primas y las acciones. Los inversores vendieron oro para cubrir las fuertes pérdidas en los mercados de acciones, granos y petróleo, que se hundieron tras el anuncio de la Agencia Internacional de Energía liberaría crudo de sus reservas estratégicas. El precio del oro ha cedido todas sus ganancias esta semana y se encamina a una baja semanal de un 1.5%, el mayor declive desde inicios de mayo. "Los metales preciosos están sufriendo por la fortaleza del dólar. Lo que se ve hoy es una completa correlación inversa con el dólar", manifestó Jeffrey Sherman, analista de DoubleLine Capital.
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