Las naciones de Occidente acordaron liberar sus reservas petroleras de emergencia por tercera vez en la historia, lo que derrumbó a los precios del crudo, en un intento por apoyar a la alicaída economía mundial. El crudo estadounidense para agosto cayó US$ 4.39 o un 4.6%, para cerrar en US$ 91.02 por barril. Los precios estaban más de un 20% por debajo de su techo de US$ 114 alcanzado a inicios de mayo.La sorpresiva medida fue un golpe directo a la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), que fracasó en elevar su producción en una reunión a inicios de mes, y busca reemplazar el suministro que Libia dejó de inyectar por una guerra civil.