Varias leyes aprobadas en las últimas semanas por el Congreso tendrán un fuerte impacto fiscal y serán verdaderas "bombas" para el nuevo Gobierno. Entre ellas figuran la que restituye las exoneraciones tributarias a la Amazonía (aprobada por insistencia), la ampliación por 30 años de los beneficios tributarios para la zona franca de Tacna, la creación de Ceticos Tumbes, aumentos salariales para jueces y magistrados (medidas que en conjunto superarían los S/. 10,000 millones anuales) A estas habría que agregar otras contingencias fiscales que deja el actual Gobierno, como la deuda por el subsidio a los combustibles, las pensiones militares y policiales, la deuda con los fonavistas, la deuda agraria, etc. La situación es más grave si se considera que según las ultimas proyecciones del MEF este año cerrará con déficit fiscal (0.2% del PBI) y el PBI crecerá menos (6.5%) que en el 2010 (8.8%), por lo que es probable que los ingresos tributarios no se incrementen en la medida que se requieren, no solo para atender esos gastos adicionales irresponsablemente aprobados por el Congreso, sino para iniciar los programas sociales prometidos por Humala. El balance fiscal tiende entonces a deteriorarse cuando era perentorio restituir el superávit del 2008 para estar preparados ante una nueva crisis internacional.De otro lado, el mayor gasto público que implican esas leyes genera presiones inflacionarias, creando inestabilidad por el lado monetario. En los últimos días que le queda, el actual Gobierno tiene que asumir su responsabilidad y observar las leyes populistas que apruebe el Congreso y que irroguen un alto costo fiscal. Pero como el Congreso puede aprobar las leyes observadas mediante el mecanismo de la insistencia, será menester que el actual presidente del Congreso (que pertenece a las filas del Apra) aglutine a la mayoría de congresistas para bloquear esos intentos populistas, a menos que la mayoría de ellos ya tengan acuerdos políticos que los obligue a transar a favor de intereses particulares en lugar de la estabilidad económica.Es también necesario que (una vez que se sepa quién es) el ministro de Economía de Gana Perú se pronuncie respecto a dichas medidas (y otras) que atentan contra la competitividad, la estabilidad fiscal y económica del país.