LA MINERÍA ES LA PRIMERA ACTIVIDAD EN CONTAMINAR EL RÍO HABLADOR
13 de junio de 2011

Se llama Hablador. Fueron quizá los incas -grandes onomatopeyistas de nuestra geografía- quienes le pusieron ese nombre por los bramidos que profería el Rímac (‘hablador’ en quechua) a su paso por esta Lima que hoy, irónicamente, ya no lo escucha, ya ni siquiera lo mira. El 77% del agua que bebe Lima viene del Rímac, pero empresas, municipios y familias arrojan allí sus desechos sin pudor: cada segundo el caudal hablador recibe 3.189 litros de desagües y residuos industriales, según el Ministerio del Ambiente (Minam). El Comercio constató que a menos de medio kilómetro de la naciente del Rímac, ya hay exceso de metales pesados propios de la actividad minera. Más abajo, se sumarán más metales y luego los desagües de poblaciones enteras.