La posibilidad de abaratar el precio del gas se debatió, de manera exhaustiva, la semana pasada, al ser una de las principales promesas de campaña del próximo gobierno. Ya se explicó que el balón de gas de GLP (que es lo que ahora consumen en su mayoría las familias) no se puede reducir a S/. 12, en la medida de que Camisea y las refinerías lo venden a S/. 21 (precio sujeto al valor internacional del petróleo), sin contar el costo que se agrega en la cadena de comercialización. El propio ex ministro de Energía y Minas Carlos Herrera Descalzi, quien es parte del proceso de transferencia de Gana Perú en este sector, aceptó esta realidad.Pero se apela a la masificación del gas natural para lograr reducir el precio que pagan los peruanos. El gas natural hoy es ya un carburante barato. Los clientes de Cálidda, que distribuye el gas en Lima y Callao, pagan inclusive menos de S/. 12 soles al mes por el equivalente a un balón de GLP.El problema con esta ruta es que por el momento su impacto se reduce a Lima y Callao, advierte Rafael Laca, especialista en hidrocarburos. A la fecha, pese a diversos anuncios del gobierno de Alan García, no existe ningún gasoducto regional construido, ni siquiera el de Ica.