Solo 4 o 5 años atrás, esta pregunta era impensable o para lunáticos. Hace media década, EE.UU. se encaminaba a incrementar notablemente sus importaciones de gas natural, mayormente vía GNL. Empero, el mundo se mueve con tecnología y no con ideología. EE.UU. vuelve a deslumbrarnos esta vez en lo energético, con la revolución silenciosa del gas que se da de arenas compactas (shales) mediante estimulación/fracturación. Con el uso de arquetipos geológicos, analogías geológicas y otras técnicas, se vienen analizando posibilidades de cómo extrapolar esta actividad a otros países del mundo. Lo que acontece en EE.UU., sin embargo, muy difícilmente podrá ocurrir en otras partes del planeta en virtud de que la propiedad de los recursos naturales es privada y le pertenecen al propietario del terreno. En varios países de Latinoamérica obtener una concesión de exploración es motivo de largas y costosas licitaciones, o tediosas negociaciones con funcionarios de gobiernos de turno.EE.UU. tenía previsto importar en el 2010 7 BPC/día vía GNL y en el 2020 14.8 BPC/día. Las previsiones ahora son que las importaciones se reduzcan cerca de 4 BPC/día en el 2020 y solo por problemas de infraestructura. A la fecha, hay 8 proyectos de GNL que se han sometido a aprobación en EE.UU. para poder exportar gas natural. En particular, varias instalaciones de regasificación existentes están siendo previstas para una posible exportación de GNL.También se conoce que a la fecha de la presente entrega se está tramitando una ley que permita exportaciones vía GNL desde EE.UU. La presión es fuerte, ya que la sobreoferta es grande y los precios están deprimidos en ciertos estados. De darse la ley y/o avanzar con las exportaciones, el mundo contará con aún mayores excedentes de GNL en los próximos años.Los problemas ambientales y de agua son conocidos y están siendo considerados, pero los norteamericanos siempre fueron pragmáticos y lo seguirán siendo. De la mano de la tecnología y ciencia encontrarán mejores prácticas para fracturar la roca y sacar el hidrocarburo. El camino con respecto a los no convencionales parece no tener retorno. La ley para exportar GNL o el inicio de reconversión de proyectos de regasificación a licuefacción, serán señales claras para vislumbrar aún más el futuro de esta industria. Tienen la palabra aquellos que decían que el gas se iría a acabar muy pronto y que había que guardarlo, señala Álvaro Ríos Roca, Socio Director de Gas Energy y DI International.