En su ya evidente, aunque todavía negada, carrera por conquistar los aplausos y los votos del electorado, el congresista David Waisman no solo volvió a criticar con dureza al Gobierno, sino que se enfrentó con el ex vicepresidente Raúl Diez Canseco, quien le sugirió prudencia en sus declaraciones.Al parar en seco al también ex titular de Comercio Exterior, Waisman lo descalificó moralmente y manifestó que no le permitiría colgarse de él para obtener protagonismo político. "Moralmente no está calificado para criticarme. Creo que es un mal método colgarse de otra persona para reingresar a la política; es un método antiguo que hay que desterrar", sentenció luego de participar en una actividad en Gamarra.¿Qué lo enfadó tanto? Horas antes, Diez Canseco -quien renunció a la vicepresidencia tras el escándalo por haber favorecido al padre de su pareja, Luciana de la Fuente- le recomendó mesura en sus críticas contra el presidente Alejandro Toledo y el Gobierno. Además, le recordó que "los trapos sucios se lavan en casa". Es más, dijo que cuando él tuvo "el honor" de acompañar al mandatario, siempre se mantuvo cerca y, por ello, consideró que Waisman debe constituirse en el "brazo derecho" del jefe de Estado.Un encolerizado vicepresidente Waisman replicó que él siempre ha sido el brazo derecho del mandatario desde antes de que asumiera el cargo. "Nunca he sido el brazo torcido del presidente. Si Diez Canseco quiere prensa a costa mía, que converse conmigo (.). Él quiere colgarse de mi imagen para sacar provecho político", remarcó.