Los actos de violencia que se desataron el jueves en Puno se pudieron evitar, según lo declarado por el propio viceministro de Minas, Fernando Gala. Y es que, desde marzo, el Ejecutivo sabía del malestar de la población. "Este problema (rechazo al proyecto de plata Santa Ana de la minera Bear Creek Mining) surgió en marzo de este año, pero ellos (los pobladores) habían pedido en el 2004 el inicio del proyecto. Ahora dicen que no lo quieren. Eso nos llama la atención", expresó Gala a Reporte Semanal.Gala dijo el 6 de mayo que la minera Bear Creek Mining estaba impedida de realizar trabajos en el distrito de Huacullani, provincia de Chucuito - Juli (Puno). La razón: su Estudio de Impacto Ambiental no estaba aprobado. Ocurrido el desborde de violencia, el Gobierno suspendió los petitorios mineros por 12 meses en Puno.