El experto en comunicación y Responsabilidad social, José Salazar escribe en El Comercio. En algún momento la Responsabilidad Social (RS) tiene que tocar las puertas de la gerencia general. Y, claro, los golpes son más fuertes cuando comienzan a elaborarse los presupuestos anuales. ¿Cuál es el monto que debe asignarse al componente RS? ¿Cómo se hace para que los programas de RS no sean considerados "gastos"? Si bien escoger una cifra resulta elemental, más importante es determinar el grado de compromiso que una institución asume respecto a la RS. La RS debe ser considerada una iniciativa de mejora de los procesos internos y la productividad. Pero hay una diferencia: la RS refuerza los aspectos económicos, sociales y ambientales y mira al negocio de una manera más responsable. Por lo demás, la RS no tiene por qué involucrar grandes montos de dinero. De hecho, hay prácticas que agregan valor económico a la empresa: la implementación de un sistema de gestión ambiental ayuda a tener una producción limpia; una adecuada política laboral evita huelgas y costos laborales por conflictos internos; los planes energéticos innovadores conllevan a usar eficientemente la energía en el proceso productivo. ¿Cuánto cuesta elaborar un código de conducta? ¿Cuánto cuesta promover el uso eficiente de las impresoras? ¿Cuánto ahorra una empresa que establece una contabilidad electrónica? Inclusive, podemos contabilizar los ahorros por ausencia de multas o sanciones de reguladores. Las buenas prácticas significan un retorno a las inversiones y no afectan la productividad. Es más, son apreciadas por clientes y consumidores. Cierto es que hay empresas que ya miden la huella de carbono porque sus ejecutivos viajan menos y se comunican a través de videoconferencias. Pero cada empresa determinará su política de RS de acuerdo con sus objetivos empresariales y sus propias limitaciones. Por ello, antes de pensar en cifras, las empresas deben definir su actitud frente a la RS para luego integrarla a su estrategia, cuantificarla y establecer indicadores de gestión. La próxima vez que toque la puerta de una gerencia, pregunte: ¿Cuánto le cuesta a la empresa no tener implementada una política de RS?