La falta de energía eléctrica y la contaminación en zonas dedicadas al sector ganadero tienen, desde hace varios años, una alternativa de solución: el biodigestor. ¿Qué es? No es otra cosa que un contenedor hermético e impermeable en cuyo interior se depositan excrementos de animales y tras un proceso de mezcla con el agua se producen gas y fertilizantes orgánicos. "Para que estos equipos generen energía y otros componentes es preciso que el estiércol ingrese al biodigestor en condiciones anaeróbicas [sin aire] para que así pueda cumplir su función, sin la necesidad de agregar algún componente químico", explicó a El Comercio el ingeniero Edmundo Rodríguez, gerente de línea Agronegocios-Biodigestores de la empresa Cidelsa.