BAJÁNDOLE EL MOÑO A PPK
23 de septiembre de 2005

El debate sobre la actual situación del terrorismo entre, por un lado, el premier Pedro Pablo Kuczynski y, por el otro, el presidente Alejandro Toledo y los principales ministros de Perú Posible (PP), no es tan absurdo como parece a primera vista, y se puede explicar por el intento de reajustar la correlación de fuerzas en el interior del gobierno."Si yo digo algo, se basa en información; no es una cosa de pura imaginación", se ratificó el premier cuando varios ministros lo cuestionaron. Aunque la realidad no parece coincidir con lo dicho por PPK, el que tres ministros estén dispuestos a desafiar su liderazgo cuando tiene poco más de un mes en el cargo no deja de ser algo insólito.Sin embargo, no lo es tanto si se observa que quienes lo han hecho son los ministros más cercanos al presidente y otros miembros de su entorno inmediato, como el 'todoterreno' Javier Reátegui.Una clave de lo que está en marcha la dio ayer el presidente cuando dejó sin piso al premier al decir que "aquí no hay ningún rebrote del terrorismo". Su intento de suavizar la crítica acusando a la prensa de "distorsionar las declaraciones" de PPK es absurdo, pues las cosas están quedando claras.La designación de Kuczynski en la PCM lo ayudó a Toledo a salir del grave problema en el que se metió por la abrupta renuncia de Carlos Ferrero, pero un mes después ya quiere bajarle el moño con el fin de tener un premier 'a su medida', es decir, parecido a Ferrero: al servicio prioritario del jefe de Estado.Lo que están haciendo Toledo y 'sus' ministros es notificarle a PPK y 'sus' ministros que ellos solo son 'invitados' en el gobierno de PP y que, especialmente en esta etapa final, las expresiones de autonomía son inaceptables.En este sentido, la chakana ya empezó su tarea de ablandamiento y demolición del premier, tal como antes lo hizo con Roberto Dañino o Beatriz Merino.Si PPK no corrige con rapidez esta jalada de alfombra, debería ir pensando en salir del gobierno cuanto antes, salvo que quiera convertirse en el nuevo traductor de Palacio, señala el director de Perú 21, Augusto Álvarez Rodrich.