CUIDADO CON LA INFLACIÓN QUE YA SUPERA LA META
5 de mayo de 2011

La inflación interna no cede. En abril, la tasa mensual fue 0.68%, similar a la de marzo, con lo cual llegó a 3.3% anual y superó la meta del BCR por primera vez en dos años. Este repunte se explica básicamente por el alza de los precios de los alimentos importados y del petróleo. Asumiendo que esos precios ya no subirán más, el impacto sobre la inflación anual sería entre 3.8 y 4.8 puntos porcentuales, con lo cual la tasa anual podría superar el 6% este año.La preocupación es mayor porque la inflación (y su proyección) está contenida porque el Gobierno decretó el embalse de los precios de los combustibles (desde febrero y acaba de extenderlo hasta junio). Si se actualizaran dichos precios, la inflación anual habría sido cercana al 4% en abril. Como ya hemos expresado, no se trata de promover un tarifazo, pero de no sincerarse los precios internos de los combustibles, el embalse será mayor y el problema será para el próximo gobierno. Nadie niega la necesidad de proteger a los más pobres del impacto de la inflación importada en los precios internos de los alimentos ya que ese sector gasta una proporción mayor de sus ingresos en dichos productos, pero es preferible aplicar subsidios directos muy focalizados en lugar de subsidios ciegos como el de los combustibles que, como ya se ha demostrado, benefician más a los que más recursos tienen. Si bien la inflación subyacente está todavía bajo control (2.41% anual a marzo), el PBI sigue creciendo a tasas altas (9% en el primer trimestre impulsado por la demanda interna que crece a un ritmo de de 12%) sobrepasando el producto potencial, lo cual de mantenerse creará presiones inflacionarias de demanda. Lo que ocurre es que si bien se ha dispuesto el retiro del estímulo monetario y fiscal, en los primeros meses del año el gasto público se ha mantenido alto en bienes y servicios, e inversiones. El MEF y el BCR deberían retirar los estímulos que montaron para enfrentar los efectos de la crisis mundial en el 2009 y el 2010, hasta que las políticas monetaria y fiscal adopten una posición neutral la cual frenaría el fuerte dinamismo de la demanda y el surgimiento de expectativas inflacionarias. A menos que por el factor político electoral la demanda ya se esté desacelerando, en cuyo caso habría que evaluar.

  • [Gestión,Pág. 30]
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