Acostumbrado a dispararse a los pies y a responsabilizar a otros del ruido político que los personajes de su entorno y de su gobierno provocan, el presidente Alejandro Toledo inclinó ayer la balanza a favor de los ministros del Interior, Rómulo Pizarro, y de Defensa, Marciano Rengifo, y dejó mal parado al premier Pedro Pablo Kuczynski."Aquí no hay rebrote terrorista. Ustedes han entendido mal al primer ministro", respondió a los periodistas que lo abordaron cuando se retiraba de la fábrica Topy Top, ubicada en San Juan de Lurigancho, donde lanzó el programa Mi Chamba. Cuando la prensa insistió para que ampliara su posición respecto de este polémico tema, el jefe de Estado respondió con un cortante: "No me cambien el tema. El tema es generar trabajo".Kuczynski había advertido, el sábado, que el terrorismo había avanzado en los últimos cuatro años, y el miércoles, en una conferencia de prensa ofrecida en Palacio de Gobierno, se ratificó en sus declaraciones y aseguró, en respuesta a las críticas formuladas por Pizarro y Rengifo, que tenía la información que avalaba su denuncia.