EN DEFENSA DEL MODELO ECONÓMICO
28 de abril de 2011

En las últimas semanas hemos expresado en varias oportunidades nuestra posición acerca del modelo económico que viene siguiendo el Perú desde hace dos décadas. Ahora nos vemos nuevamente en la necesidad de tocar el tema en vista de que percibimos confusión al respecto. Organismos internacionales, bancos de inversión, agencias calificadoras de riesgo soberano y, en general, en la comunidad internacional, desde hace ya un buen tiempo califican a nuestra economía como exitosa bajo el modelo actual. Incluso hay quienes ya hablan del "milagro económico" peruano, a la luz de los resultados que muestran con claridad las cifras macroeconómicas, sobre todo de los últimos 10 años. Es cierto que falta mucho por hacer, principalmente en materia de inclusión social, en mejorar la distribución de los frutos del crecimiento, en la institucionalidad y la seguridad ciudadana, entre otros; temas sobre los que hemos reclamado en esta misma columna en innumerables ocasiones. Pero también está demostrado que para superar estos problemas no se requiere cambiar el modelo económico actual sino hacerle algunos ajustes y llevar adelante las reformas pendientes. Llama la atención que mientras que en el escenario internacional se elogia el manejo económico del Perú, acá internamente se cuestiona y se plantea cambios, incluso drásticos, que significarían retornar a modelos estatistas o populistas que ya probaron ser nefastos. Probablemente buena parte de responsabilidad en ello la tengan los candidatos a la presidencia del país, que en lugar de enfatizar las bondades del modelo actual, como lo hacen en el exterior, trataron de correrse al "centro" asimilando parcialmente algunas propuestas radicales, con la finalidad de ganar votos en la contienda electoral. Lo que hay que hacer es difundir las virtudes del modelo actual y la necesidad de su continuidad, porque permite una estabilidad macroeconómica (fiscal y monetaria), reglas de juego claras y respeto a los contratos para seguir atrayendo la inversión; una economía abierta para incrementar las exportaciones, entre otros, todo ello clave para seguir creciendo sostenidamente y creando empleo, que es la base para eliminar la pobreza y mejorar la distribución de la riqueza.

  • [Gestión,- Pág. 30]
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