ENTRE EL PLAN Y EL DISCURSO
26 de abril de 2011

Los planes de gobierno de los candidatos suelen ser poco importantes en campaña salvo que, como en el caso del candidato Humala, sean contradichos sistemáticamente.El plan de gobierno presentado en diciembre del 2010 por Gana Perú, titulado "La gran transformación" y suscrito por Félix Jiménez, como coordinador responsable de la Comisión de Plan de Gobierno del Partido Nacionalista Ciudadanos por el Cambio, plantea en sus ocho capítulos una nueva concepción del Estado. Criticando el modelo de justicia social aplicado en sucesivos gobiernos basados en la economía social de mercado -que crearon un país inequitativo a juicio de los autores-, propone una redistribución a partir de una economía nacional de mercado.Se señala que uno de los factores más complejos es la presión por crecer basados en la expansión de la demanda mundial, que expone a nuestra economía a cambios globales. Se sostiene que es hora del desarrollo, basado en la expansión y creación de mercados internos. El plan señala a la letra: "Para nosotros, el nacionalismo es una alternativa democrática a la actual modernización neoliberal excluyente y desnacionalizadora. Es, por lo tanto, un programa político de cambio radical de un modelo neoliberal que acentúa la desigualdad social, depreda los recursos naturales, violenta la legalidad y la democracia, y no genera desarrollo. Nos comprometemos a culminar la construcción del Estado Nación Democrático, que dé bienestar y una vida digna para todos los peruanos" (www.partidonacionalistaperuano.net). Así, el plan desarrolla una nueva concepción de Estado que no puede ser juzgada en capítulos individuales donde se refiere a pensiones, recursos naturales, reforma de la Constitución, economía nacional de mercado y otros, pues cada uno da para múltiples comentarios. Gana Perú apoya -como afirma Javier Diez Canseco- lo que dice su plan sin cambio alguno: una nueva forma de ver el país, hacia adentro y no integrado al mundo.Pero Humala señala constantemente lo contrario y siembra dudas. Al moderar su discurso, contradice su plan. Pregunto: ¿por qué no puede el candidato sostener lo que dice su plan? ¿Ha cambiado de opinión? No. Es una mala táctica política que lo deja mal parado, porque tiene que acomodar constantemente sus respuestas. Mejor sería sostener su plan y no decir otras cosas por presión política. Le creerían más, señala Cecilia Blume.