DERROTANDO LA POBREZA EDUCATIVA
25 de abril de 2011

Los resultados dados a conocer recientemente por la Unidad de Medición de la Calidad Educativa no dejan lugar para la complacencia. Y es que según la Evaluación Censal realizada el año pasado entre los estudiantes del segundo grado no se produjo mejora alguna en las pruebas de matemáticas, con apenas el 13% de los niños alcanzando los niveles esperados. La prueba de comprensión lectora arroja un balance algo más positivo, con el 28% de los participantes consiguiendo los resultados adecuados (una mejora ligera respecto del año pasado). Los bajos niveles de suficiencia y los escasos avances (estancamiento en el caso de la prueba de matemáticas) enmascaran una situación aún más perversa a la que ya me he referido en esta misma página: la inequidad del sistema educativo peruano. En efecto, cuando analizamos el detalle de las evaluaciones descubrimos que los rendimientos, lejos de haber mejorado, han empeorado en el caso de los estudiantes rurales: solo el 7.6% y 5.8% de los niños que estudian en colegios de zonas rurales alcanzan la suficiencia en comprensión lectora y matemáticas, respectivamente. Esta situación además revela un deterioro respecto de lo obtenido el año pasado. Otro tanto se puede decir de las enormes diferencias que caracterizan el desempeño de los estudiantes de colegios privados y públicos. Mientras que en los primeros los niveles de suficiencia en las pruebas mencionadas son de 48.6% y 21% en los segundos son 22.8% y 11.7%. Visto tal escenario, resulta evidente que la educación en las zonas más pobres del país está generando condiciones que lejos de propiciar la reversión de la exclusión social, la profundizan. Esto resulta especialmente preocupante si consideramos que el crecimiento sostenido del país exige una educación de calidad que nos permita insertarnos de manera competitiva en la economía global, extendiendo el bienestar de manera amplia. Sabemos ahora mejor que nunca que el crecimiento económico depende fundamentalmente de la calidad educativa. Para mayores referencias, basta recalcar que una mejora en la educación (expresado en rendimientos parecidos a los de México, Chile y Uruguay en las pruebas estandarizadas PISA) podría agregar 1.2% a la tasa de crecimiento per cápita de nuestra economía. El mismo análisis realizado por el Banco Mundial estima que si fuéramos a alcanzar los resultados del promedio de la OECD, añadiríamos 2.4% a la tasa de crecimiento de largo plazo del país.No será posible que construyamos un país próspero y rico en oportunidades para nuestros compatriotas si antes no logramos despercudirnos del pobre desempeño de nuestro sistema educativo, fomentando una educación de calidad para todos. Como ha sido reseñado de manera exhaustiva por distintos analistas, para alcanzar ese cometido no basta con destinar más recursos a la educación, sino que se necesita abordar una amplia agenda de reformas en distintos ámbitos del quehacer educativo.Esta es la preocupación central que el próximo 28 de abril congregará a un importante grupo de empresarios, especialistas y formuladores de políticas públicas en el tercer CADE por la Educación. Allí se discutirán y propondrán alternativas que permitan avanzar en la transformación educativa que el Perú requiere, señala Pablo de la Flor, presidente del CADE por la Educación.

  • [Gestión,Pág. 30]
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