TRANSFERENCIA CON NEUTRALIDAD Y ESTABILIDAD
20 de abril de 2011

A seis semanas de la segunda vuelta y a tres meses del cambio de mando, es importante que la presidenta del Consejo de Ministros, Rosario Fernández, haya garantizado tanto la neutralidad gubernamental en el proceso electoral como la impecable transferencia de gobierno.Se trata de condiciones fundamentales no solo para garantizar la ordenada alternancia democrática sino también para evitar al país cualquier contratiempo o perturbación innecesaria que nos termine afectando a todos.Respecto de la neutralidad, la directiva oficial debe ser comunicada a todos los niveles e instancias del aparato gubernamental en todo el territorio, y cualquier transgresión debe ser denunciada y sancionada. Entretanto, resulta pertinente hacer un llamado al Jurado Nacional de Elecciones para castigar cualquier falta a la normativa electoral y a la Oficina Nacional de Procesos Electorales para que, así como en la primera vuelta tuvo una actuación positiva, en la segunda -con solo dos candidatos y terminada ya la compleja votación congresal-, redoble esfuerzos para tener resultados prontos y totalmente fiables.Del mensaje de la jefa del Gabinete debe resaltarse también su compromiso de mantener y consolidar la estabilidad económica y financiera, lo cual es especialmente oportuno en estos días cuando se han producido ciertas preocupantes señales de nerviosismo en el mercado bursátil y financiero, que deben ser superadas con la participación de las autoridades, los ciudadanos y sobre todo de los propios candidatos que compiten en la segunda vuelta.Al gobierno saliente tiene que reconocérsele haber mantenido las líneas maestras del modelo económico, con una política de Estado que viene siendo aplicada de modo consistente y exitoso en los últimos lustros. Ahora es vital que, en estrecha coordinación con el BCR, se ponga atención especial a la política monetaria para mantener la confianza y tranquilidad de los agentes económicos, expectantes de lo que pueda a ocurrir en el Perú en los próximos meses.El proceso de transferencia gubernamental, que se inicia a partir del anuncio oficial de los resultados de la segunda vuelta, no solo debe comprender la presentación de las cuentas públicas sino también un informe sobre las políticas de Estado en ejecución y las prioridades presupuestales, de modo que no se afecte la marcha del Estado como tal ni la gestión de la administración saliente ni entrante.La coyuntura es especialmente auspiciosa. Por primera vez en la historia del Perú se da una transferencia de gobierno con variables macroeconómicas realmente extraordinarias: reservas internacionales cercanas a los US$50.000 millones, una inflación anual entre 2% y 3%, exportaciones por encima de los US$35.000 millones y una recaudación tributaria que este año podría crecer más de 7%. Sin embargo, a pesar de todo persisten serios problemas de desigualdad, redistribución y exclusión social que tienen que ser abordados y corregidos con urgencia, y en lo que también tienen gran responsabilidad los gobiernos regionales y locales que acusan graves deficiencias en gestión y ejecución presupuestal.El Perú está primero. En las pocas semanas que quedan para el recambio gubernamental valoremos como ciudadanos las propuestas a la vista, con ponderación, desapasionamiento y objetividad, con miras a garantizar la sana alternancia democrática, el crecimiento económico y, por supuesto, el mayor énfasis en las políticas de mayor empleo, inclusión e integración social.