El retroceso del dólar, la recuperación de los precios del petróleo y las preocupaciones de los inversionistas por un agravamiento de la crisis de deuda soberana en Europa beneficiaron el precio del oro. Ayer anotó un nuevo récord en la Bolsa Mercantil de Nueva York al superar, momentáneamente, los US$1,500 por onza.Con dicho avance, el metal precioso continúa una impresionante escalada con la que ha logrado mantenerse durante tres jornadas consecutivas en máximos históricos: el viernes de la semana pasada cerró en US$1,486 y el lunes en US$1,492, un récord que volvió a batir ayer.