LOS RETOS DE LA SEGUNDA VUELTA
11 de abril de 2011

Ahora, que estamos en camino a la segunda etapa del proceso electoral, es necesario que los dos candidatos que intervendrán en las elecciones del próximo 5 de junio le expliquen al país cómo harán para mantener un crecimiento que nos pueda conducir hacia el desarrollo.Si bien las perspectivas económicas del Perú son alentadoras, sus particularidades, como la pobreza y la desigualdad, podrían hacernos retroceder, así como también las acciones contra la democracia y las libertades políticas y económicas.Ambos contendores tendrán que desenvolverse con mayor moderación para atraer a los electores de los segmentos A, B y C, sobre todo el nacionalista Ollanta Humala, quien tendrá que despejar los temores que despiertan sus propuestas económicas, políticas y sociales. Deberá trabajar duro para lograrlo, pues son muchas las contradicciones entre su plan de gobierno y el compromiso que firmó a fines de marzo de respeto a las libertades. A lo anterior se debe añadir la desconfianza que generan sus candidatos al Congreso, muchos de los cuales han ratificado sus voluntades estatistas.A Keiko Fujimori, que de confirmarse oficialmente que está en la segunda vuelta, deberá despejar las dudas de que su agrupación está plenamente comprometida con la democracia y las libertades, principalmente por los antecedentes del gobierno de su padre.En consecuencia, los dos postulantes tendrían que señalar cuáles serán las medidas económicas que adoptarían en los primeros 100 días de gobierno para evitar, por ejemplo, que el índice inflacionario, como se teme, termine rebasando las proyecciones oficiales, pero también decir cuáles serán las políticas.Es oportuno, por ello, ratificar, como opinamos el viernes último en esta columna, que no podremos encaminarnos hacia el desarrollo si el próximo presidente toma medidas que conduzcan hacia el estatismo y debiliten la democracia. Tengamos en cuenta que solo cuando se goza de libertades políticas y económicas y se lucha permanentemente contra la corrupción, las economías pueden crecer sostenidamente y disminuye el riesgo de retroceso.

  • [Gestión,Pág. 30]
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