El ex viceministro de Justicia, Pedro Cateriano, testigo presencial de la entrega de las tres cartas falsas por parte del obispo Jorge Carrión al entonces ministro de Justicia, Fernando Olivera, manifestó ayer que el gobierno le debe disculpas públicas al cardenal Juan Luis Cipriani y al nuncio apostólico Rino Passigatto."Lamento profundamente lo ocurrido. Creo que el gobierno le debe disculpas públicas al cardenal y al nuncio. Yo se las he dado personalmente, pero en estos momentos las hago públicas", declaró.De otro lado, consideró un "gravísimo error" haber llevado las misivas al Vaticano, y añadió que desde setiembre de 2001 él informó al cardenal de estos hechos. Cateriano cuestionó que el obispo puneño no haya alertado oportunamente al cardenal Cipriani sobre el tema.