Las medidas tomadas por el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) el viernes pasado para reducir el ritmo del gasto público en S/. 1,450 millones y para incrementar los recursos del Fondo de Estabilización Fiscal (FEF), de US$ 2,000 a US$ 5,700 millones, han sido bien recibidas porque van en la dirección correcta. Primero porque, como ya hemos expresado en varias ocasiones, disminuir el ritmo del gasto fiscal ayudará a mantener el control de la inflación hoy amenazada por los riesgos que representan la inflación de alimentos importados y la tendencia al alza del petróleo, más aún en un contexto en el que la demanda interna sigue muy dinámica. Segundo, porque restituir e incrementar el FEF da tranquilidad frente a la eventualidad de una nueva crisis mundial o de un desastre natural. Y tercero, porque la rebaja del gasto permitirá un superávit fiscal que es una señal de disciplina muy importante para mantener o mejorar la calificación internacional de grado de inversión que ahora posee el país (y que, entre otros, implica un menor costo del crédito). La medida del MEF es más apreciada si se considera que en vez de estar aplicándose una política fiscal contractiva, o cuando menos neutral, existía la amenaza de un gasto expansivo. El Congreso aprobó el presupuesto público de apertura (PIA) por S/. 88,461 millones (8% más que el PIA del 2010 de S/. 81,900 millones), pero luego mediante ampliaciones el presupuesto de este año (PIM 2011) fue extendido hasta S/. 96,870 millones, es decir 9.5% más. De este último monto ya se ha ejecutado un 20% en lo que va del año.Hubiera sido positivo conocer a cuánto ascenderá el superávit fiscal que proyecta el MEF para este año luego del último recorte, ya que según los últimos estimados del BCR (elaborados antes del anuncio del MEF) este año tendríamos un déficit de 0.6% del PBI. De otro lado, si bien con los recortes en el gasto público se lograría un superávit fiscal de 4% del PBI en el primer semestre, ello solo significa cumplir con la nueva regla fiscal electoral para este año que fijó la ley de equilibrio financiero (que dicho superávit debe ser 2% del PBI anual en términos reales). Ahora esperemos que las medidas del MEF se cumplan.