EL ESTADO NO ES UN BOTÍN
27 de octubre de 2004

Ha hecho bien el presidente Alejandro Toledo en parar en seco la nueva arremetida de algunos congresistas de Perú Posible que absurdamente pretendían enmendarle la plana e interferir en la marcha del Ejecutivo al solicitar cambios en el Gabinete.Es decir, sacar a ministros independientes para reemplazarlos por personajes del partido que se presten a sus ansias clientelistas de copamiento del Estado.Como bien ha dicho el jefe del Gabinete, corresponde al jefe del Estado nombrar y recomponer a los ministros. Además, es un gesto francamente criticable que el cuestionamiento se dé pocos días después de que el presidente ratificara al Gabinete en Trujillo.Y si de evaluar gestiones ministeriales se trata, pues lo fundamental es el cumplimiento de metas de gobierno y programáticas en su sector; y no su actitud o habilidad para justificar los actos personales del presidente y su entorno, como equivocadamente pretenden algunos.Hay que recordar, otra vez, al vicepresidente David Waisman y a otros connotados miembros del oficialismo que en una inusual coyuntura los peruanos eligieron al doctor Toledo para gobernar y no a ellos; que dicha elección trajo por efecto de arrastre una bancada congresal dispersa y mediocre; y, por si esto fuera poco, la experiencia de ministros posibilistas ha sido realmente nefasta, como lo demuestra la gestión de Sanabria en el Interior, de Puelles en el Mimdes y del mismo Waisman en Defensa, entre otros.En el sistema democrático la crítica es bienvenida, pero siempre y cuando sea razonable y calificada, lo que no parece ser el caso de algunos chacanistas que insisten en la actitud absurda e intolerable de copar el aparato del Estado.

  • [El Comercio,Pág. A 4]
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