El Congreso citó con carácter de urgencia al ministro de Energías y Minas, Glodomiro Sánchez, y al presidente de Transportadora de Gas del Perú, Alejandro Segret, para que expliquen las consecuencias de la fuga de líquidos del gas de Camisea ocurrida el viernes.La ruptura del ducto afectó a la población de Toccate, en Ayacucho, y obligó a evacuar inicialmente a 200 familias y a cerrar temporalmente el camino Cajadela-San Antonio. Según la Dirección Regional de Salud, hasta ayer, el número de familias afectadas se había incrementado a 500.De acuerdo con un informe del sector, los pobladores reportan afecciones debido a la inhalación de gases y al contacto con las aguas contaminadas del río Chunchubamba.El documento también reporta la muerte de animales a lo largo del trayecto del citado río, por lo que urge realizar un estudio de impacto ambiental, para determinar la dimensión de los daños ocasionados en la zona.