EL CÍRCULO CHAVISTA: LA DEMOCRACIA COMO CARETA
30 de marzo de 2011

No parece casual que la visita a la Argentina del autócrata venezolano Hugo Chávez se produzca justo cuando el régimen de su colega Cristina Kirchner arremete duramente contra los diarios independientes "La Nación" y "Clarín". Y, como irónico y burlesco telón de fondo, una universidad platense vinculada al oficialismo le entrega a Chávez el premio Rodolfo Walsh ¡por su aporte a la comunicación popular y la democracia!¿Cómo se puede llegar a estos extremos de abuso, cinismo, copamiento e iniquidad? Esa es la pregunta que debemos hacernos los latinoamericanos, y en especial los peruanos, justo ahora que nos encontramos inmersos en un trascendental proceso de elecciones, convertido en una prueba ácida para la democracia.El lunes pasado el diario "Clarín" recurrió a una desesperada medida para protestar contra una maniobra de amedrentamiento gubernamental y salió con su portada en blanco. Ello luego de que un orquestado bloqueo de trabajadores impidiese su distribución, lo que se repitió con "La Nación". Ambos medios de comunicación han mantenido una férrea postura de defensa de la democracia y denuncia de los excesos autoritarios y de la corrupción del régimen, que no se anda con rodeos para perseguirlos. Las fuerzas del orden no hicieron nada para impedir el bloqueo, a pesar de una norma judicial que prohíbe afectar la distribución. Esto, lamentablemente, no es un hecho aislado, sino parte de un ataque sistemático a dichos diarios, en el que el Gobierno ha utilizado todos los mecanismos judiciales, sindicales y políticos para acosarlos. Al parecer, se sigue el mismo guion que el chavismo utilizó en Venezuela para confiscar RCTV, amedrentar a Globovisión y expropiar estaciones de radio. La ‘escuelita’ de Chávez tiene, pues, connotados alumnos, desde la misma Cristina Kirchner, hasta Evo Morales en Bolivia, Rafael Correa en Ecuador y otro grupo de seguidores en Centroamérica y el Perú que propugnan el autoritarismo estatista, nacionalista y autárquico. Otro rasgo común de estos regímenes -aparte de su intolerancia contra la prensa y las libertades, la rampante corrupción y su copamiento de otros poderes públicos- es su vocación de enquistarse en el poder. Comparten también el hecho de haber sido elegidos bajo las reglas de juego democrático, pero luego, ya en el poder, hacen tabla rasa de sus promesas, patean el tablero, acogotan la libertad de prensa, atacan la oposición política, estatizan empresas por doquier y terminan hundiendo a sus connacionales en una vorágine de persecución, inflación, desempleo y pobreza. Voceros de "Clarín" han señalado: "Los fascismos, sean del color que fueren, persiguen el control de los medios y la manipulación informativa". Y tienen razón. En este lamentable contexto, nos aunamos al rechazo de los argentinos a un atropello mayúsculo contra la libertad de expresión, por parte de un régimen que se dice democrático pero que con sus usos y prácticas autoritarios pisotea principios fundamentales de la democracia.Como bien señala la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), se trata de un atentado agravado a la libertad de prensa, que debe ser visto en la reunión de la semana próxima en San Diego, California, y merecer el envío de una misión internacional, que evalúe y denuncie globalmente la crítica situación de la prensa independiente en Argentina y quite la careta democrática al régimen prochavista y abusador de Buenos Aires.