La Sociedad Nacional de Minería publicó un estudio encargado al IPE sobre el impacto de la tributación minera. Como se esperaba, las cifras de la contribución de la minería al fisco son inmensas. Entre 1998 y 2009, la minería contribuyó con el 27% de la recaudación de impuesto a la renta (llegando a representar 49% en el 2007), y una comparación sobre los aportes mineros con relación a su peso en la economía muestra que la carga minera es 12.7%, cuando su participación en el PBI es de sólo 7.7%. Así, Fernando Sánchez Albavera, Patricia Teullet, Mercedes Aráoz y Luis Alberto Arias, comentando el estudio, coincidieron en que la minería pagaba una cantidad de impuestos en muchos casos superior a los países con los que competimos y, lo más importante, que el Estado vive de estos impuestos. Quedó totalmente desvirtuada la aseveración de que la minería no paga impuestos. Lo que sí es cierto es que, a pesar de pagar tantos impuestos y contribuir al desarrollo del país, la minería es una actividad que cuando renta, hace que todos los accionistas ganen dinero. Por ello, muchos detractores de la minería tienen acciones mineras a pesar de criticar la actividad. Lástima que ello no sea público; habría varias sorpresas.Pero, así como rinde, la minería es costosa. De cada 20 proyectos, 1 es exitoso, y la rentabilidad depende del ciclo de precios. En el 2003, los precios del zinc bordeaban los $900 la tonelada y sus productores estaban quebrados. Hoy, a casi $2,500 la tonelada, todos sus accionistas ganan. Como bien señaló Sánchez Albavera, las minas no esconden lingotes de oro ni barras de zinc. Hay enormes inversiones para que nuestro metal valga. El verdadero problema de la minería es que el canon, que hoy equivale al 50% del impuesto a la renta, distribuido a las regiones productoras para obras, no ha mejorado la vida de los pobladores mineros, y nadie fiscaliza el gasto que se realiza con dicho dinero. Además, por no haberse destinado a un único tipo de obra (educación, por ejemplo), el aporte voluntario se ha dispersado y su efecto se siente menos. Con S/.3,000 millones en educación, ¿hablaríamos de sobreganancia?La minería contribuye mucho, pero no contribuye bien, por ello revisar el canon y la regalía es prioritario. Pero no forjemos una generación de envidiosos ni de mentirosos. Enseñémosles a nuestros hijos que existen actividades riesgosas con grandes rendimientos y también grandes pérdidas. Una es la minería, y su aporte debe ser mejor enfocado para que se sienta de veras. ¿Podría tributarse más? Quizá. Pero quizá también la inversión se vaya a otros lugares, afirma Cecilia Blume.