A pesar de que en Lima el ministro del Ambiente Antonio Brack Egg anunció, entre otras cosas, que se suspendía la intervención de las Fuerzas Armadas en las zonas mineras de Madre de Dios, la violencia continuó con mucha más fuerza en esa región del oriente peruano.Estos hechos propiciaron la inmediata intervención de al menos 200 efectivos que intentaron recuperar la vía enfrentándose con los manifestantes y lanzándoles bombas lacrimógenas. El Ministerio del Interior informó que tras varias horas de fuerte represión dos mineros murieron por impacto de bala y 16 más resultaron heridos, lo mismo que 20 efectivos.