EL RESPLANDOR DEL PETRÓLEO
25 de febrero de 2011

Ante la crisis en Libia, país miembro de la OPEP que produce el 2% de los suministros mundiales de crudo, el precio del producto energético se acerca a los US$ 100 en Estados Unidos. Dicho nivel es el más elevado desde la crisis financiera mundial del 2008. Pero existe una diferencia, aquella vez el alza del crudo se produjo de forma más rápida que el actual repunte, y teniendo mucho que ver la especulación. Por el contrario, esta vez el crudo, si bien ha repuntado cerca de 15% desde el viernes pasado, su incremento se ha venido dando poco a poco desde la caída de su máximo de US$ 147 del 2008. Es justamente esa tendencia alcista marcada desde hace varios meses atrás que hace poco probable que el crudo pueda volver a niveles alrededor de US$ 60. Peor aún, la crisis en Libia representa una gran amenaza para el precio del crudo, toda vez que todavía no se aclara el panorama sobre la suerte de Gaddafi, y su producción ya habría descendido hasta en un 75%. De agudizarse la crisis, con daños en la infraestructura petrolera, no sería raro que la cotización de este producto alcance niveles mucho más cercanos a los US$ 120. Pero al parecer todo no queda allí. Tras el contagio de Túnez a Egipto, y ahora a Libia, existe el temor de que las graves revueltas sociales se expandan a otras naciones árabes, e incluso al propio Arabia Saudíta, el mayor productor de la OPEP. Por lo pronto, la nación saudí muestra su plena disposición para suplir cualquier recorte en los suministros mundiales de crudo, al tener por ahora capacidad instalada ociosa, situación también diferente a la que sucedió en el despunte del crudo en el 2008, cuando no existía mayor opción para aumentar la oferta de crudo. El repunte del crudo despierta también el temor de que pueda provocar una crisis mundial similar a la que se registró en el 2008. Pero por el momento los altos precios del crudo sin duda dañarán la incipiente recuperación de las economías desarrolladas, sumando además mayores presiones inflacionarias, las cuales ya vienen en alza por el repunte de las materias primas agrícolas. Estas presiones inflacionarias también se sienten en nuestra región, donde ya se han implementado alzas de tasas de interés y medidas para tratar de contrarrestar el alza de los combustibles, como en el Perú. Pero dada la tendencia internacional, parece poco probable que los precios puedan retroceder de manera significativa, lo que aumentará el embalse de algunos combustibles.

  • [Gestión,- Pág. 30]
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