Uno de los mayores riesgos en el corto plazo es que se frene el impulso de la inversión debido a los temores que se puedan generar durante el proceso electoral. El país está creciendo a una velocidad de casi 9% gracias, principalmente, al sector privado, de perder ese entusiasmo, como ocurrió en 2008, nos podría tomar un buen tiempo el recuperarlo.Por ello, es muy acertado que se sigan tomando medidas necesarias como la reducción arancelaria y que no se postergue la concesión del nuevo terminal de contenedores en el Callao. En este último caso, más bien, se debería aprovechar de la coyuntura legal para corregir el error de excluir a un postor y con todos los interesados compitiendo por el contrato se debería lograr mejores condiciones para el usuario. De cualquier manera ambas medidas son el tipo de decisiones que demuestran que el país sigue avanzando y como tal le dan confianza a los mercados.Sin embargo, la campaña electoral está adquiriendo un nivel de agresividad que empieza a perturbar. Faltan aún tres meses para la votación y ya se les están agotando los adjetivos despectivos a algunos candidatos, incluso ya han tenido que recurrir a la simple vulgaridad.Por otro lado, hasta ahora el electorado no ha escuchado de un gran número de propuestas, las cuales existen en cada una de las tiendas políticas que están candidateando, pero que se pierden en el ruido electoral.Así que sería muy provechoso para la población si en esta elección se pudiera contar con debates a la mayor brevedad. De esa forma podremos pasar de la guerra diaria de insultos, que tenemos en la actualidad, a un intercambio de ideas y propuestas sobre cómo debemos hacer para lograr la prosperidad.Más aun, sería bueno que universidades y centros académicos organicen diversos encuentros entre los aspirantes presidenciales. No veo por qué debemos esperar al jurado y su debate formal. Incluso, lo que se requiere es que se discutan ideas y la solemnidad tiende a ser, más bien, un obstáculo para que fluya la creatividad. En todo caso, si algún candidato no quiere participar en alguno, el resto debería seguir adelante; ya el electorado interpretará la ausencia de alguien que no haya participado.Al final de cuentas escuchando propuestas se le pierde el temor a la elección y buenos debates de ideas son la mejor manera de silenciar el ruido electoral, afirma el director de Perú 21, Fritz Du Bois.