En medio de una ola de optimismo financiero el crudo amenaza con alcanzar nuevamente los tres dígitos, aunque las similitudes entre el 2008 y el 2011 terminan ahí. Incluso los analistas más optimistas recitan rápidamente una serie de razones por las que el crudo no se acercará a los US$150 este año. Un repunte a ese nivel sería un duro golpe para la economía mundial.