Ayer cuando pregunté por qué se había creado el CADE, me dijeron que con el fin de buscar un lugar donde se reunieran empresarios, políticos y autoridades para, dentro de un espacio distendido, conversar sobre problemas comunes. Se inicia en el año 1961 con 73 participantes. Ayer hemos terminado el CADE número 42 con unos 500 participantes. Hemos asistido a conferencias importantes y mesas de debate donde los expositores han compartido sus preocupaciones y también su visión del futuro. Quiero comentar las exposiciones de los presidentes Lagos y Uribe, ambas de gran nivel. Debo resaltar que ambos presidentes vienen de cumplir otros cargos en la administración pública de sus países y por ello tienen experiencia en el trato de los problemas públicos.El presidente Lagos empezó diciendo que la globalización era como el invierno, llega de todas maneras, y lo que hay que hacer es prepararse. Citando a Mandela, señaló que la globalización había venido para quedarse y que dependía de nosotros la forma en que participábamos en el proceso, si como un simple espectador o como un actor que busca las mejores ventajas dentro de estas nuevas relaciones. Chile ha apostado por enfrentar el reto mediante acuerdos comerciales con distintos países del mundo, que le permiten hoy no sólo tener relaciones diplomáticas, sino relaciones comerciales y un nuevo lenguaje con sus socios. Me quedo con tres temas de su discurso. Primero, el programa educativo para lograr igualdad de oportunidades.Los chilenos tienen educación gratuita de calidad hasta salir del colegio. Como anécdota, contó que el 75% de los colegios en Chile tiene internet, pero que ahora que los visita tiene un problema: le exigen “banda ancha”. La política laboral es hoy más flexible, acompañada de un seguro de desempleo con fondos que son manejados por el sector privado, previa licitación, para asegurar a los trabajadores ingresos en momentos de desempleo. En este campo se relevó el programa de capacitación de un millón de trabajadores al año, que permite desde terminar el colegio a los que no lo han hecho hasta lograr una carrera técnica. Me impresionó muchísimo que nos haya contado que Chile, por el solo hecho de haber alcanzado un grado de inversión, esto es, una calificación de agencias especializadas que evalúan riesgos del país, se ha logrado "ahorrar", para los empresarios chilenos, 1,400 millones de dólares al año en tasas de interés más bajas y por ende lograr costos más bajos de producción.De Uribe me impresionó mucho más su actitud que su discurso. Se le ve una persona muy metida en los temas de su gente, llegando a conocerla con una profundidad poco común en una persona con tantas tareas como es un Presidente. Me gustó la forma en la que encara su quehacer diario: mirando adelante sin conformarse con lo avanzado, sino pensando siempre en el camino que le falta por recorrer. Esto lo vuelve proactivo y le impide ufanarse de lo ya realizado. En este caso me quedo con su forma de ver y sobre todo de enfrentar la lucha contra la corrupción, y sus acciones para fomentar la transparencia pública, con prepublicaciones de los contratos más importantes y sobre todo de las compras y todas las licitaciones.Creo que el CADE fue muy bueno, permitiéndonos conocer experiencias que ojalá algún día podamos replicar. Tenemos buenas cifras económicas y debemos esforzarnos por trabajar en educación y salud, donde hay miles de cosas por hacer. Hagamos como Uribe, dejemos de mirar para atrás,señala Cecilia Blume, en su columna "Al toro por las astas".