Las condiciones de estabilidad que el Perú ha venido exhibiendo en las últimas dos décadas lo han convertido en un destino importante para las inversiones. Este hecho ha generado, en consecuencia, una dinámica positiva que beneficia de manera directa al país y además, permite encarar el futuro con optimismo. La actividad hidrocarburífera nacional ha concentrado parte importante de este flujo de inversiones, lo que ha permitido que nuestro país logre cuadruplicar su nivel de reservas de hidrocarburos en un lapso de 15 años. Así, las inversiones en este sector, tanto en las actividades de exploración y producción así como en las de refino, comercialización y actividades conexas, han sido superiores a los 9,000 millones de dólares.Precisamente, estas inversiones han contribuido para hacer realidad el megaproyecto Camisea, y así forjar la nueva matriz energética que necesita el Perú a fin de asegurar su desarrollo sostenido, señaló la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía (SNMPE).
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