La época electoral debería servir para debatir temas importantes que aún tenemos pendientes. El principal es la educación y, dado que la hemos descuidado, dejándonos esclavizar por el Sindicato Unitario de Trabajadores en la Educación del Perú (Sutep), los peruanos estamos muy rezagados a pesar de los esfuerzos por mejorar la calidad del maestro y, por ende, de la educación para los chicos. Sin embargo, hay cosas que podemos hacer y que pueden sentirse pronto, como establecer una entidad para impulsar el desarrollo del capital humano y fortalecer una base científica y tecnológica nacional usando recursos del canon, dado que entre el 2005 y el 2009 las universidades estatales han recibido S/.1.331 millones por este concepto y por regalías.Los peruanos, creativos e innovadores, no hemos tenido capacidad ni recursos para formar especialistas en ciencia y tecnología, y los países que tienen abundancia de recursos naturales como el Perú deben monetizar inteligentemente lo que reciben por la explotación de estos.Dado que el canon busca que parte del Impuesto a la Renta vaya a las universidades de las regiones productoras del recurso natural, el dinero se podría canalizar a través de una entidad especializada que, al estilo de Conicyt de Chile o el Conicit de Costa Rica, los utilice para fortalecer el capital humano y el desarrollo de ciencia y tecnología a fin de que no sean un cuello de botella en el desarrollo futuro. La Confederación Nacional de Instituciones Empresariales Privadas (Confiep) ha criticado, con razón, la falta de inversión de dinero del canon en ciencia y tecnología. Sí es posible crear una entidad especializada para ello y destinar recursos del canon hacia la ciencia y la tecnología. El beneficio de un proyecto como este es rápido y por ello cualquier gobierno podría asumir su "paternidad".Además, al distinguirse claramente adónde van los recursos y a quién benefician, se fidelizan las actividades extractivas, pues el uso de sus frutos es demostrable. Un proyecto como este es técnico, puede plantearse en pocos meses y, dado que existen recursos, quizá lo único que cabría sería analizar las normas legales sobre el canon para viabilizar un esquema como el planteado. La capacitación de nuestro capital humano y la inversión en ciencia y tecnología no se hacen porque no nos organizamos y porque su falta no se nota aún, señala Cecilia Blume.