En un inesperado mensaje a la nación emitido por televisión dos horas antes del Año Nuevo, el presidente Evo Morales apagó el fuego de la protesta que sacudió Bolivia en los pasados cuatro días, al dejar sin efecto la drástica alza de combustibles (gasolina y petróleo aumentaron entre 57% y 83%), así como la mejora salarial del 20% con la que pretendió compensar a los trabajadores estatales."Prometí gobernar obedeciendo al pueblo, he escuchado y entendido a mis compañeros que me decían que [el reajuste] es importante, necesario, pero no oportuno [.. .], por eso, en esa conducta de mandar obedeciendo al pueblo, abrogo el decreto supremo 748 y los demás decretos que acompañan esta medida", dijo.(Edición sábado).