2011: CONSOLIDAR DEMOCRACIA Y ECONOMÍA
2 de enero de 2011

Cerramos el 2010 con una mejora notable de la autoestima nacional, marcada por el primer Premio Nobel para un peruano, con las principales guías turísticas recomendándonos como interesante destino por cultura, paisaje y gastronomía, e importantes logros en algunas ramas del deporte.El crecimiento económico ha sido sostenido en la última década y cierra el año con un índice cercano al 9%, y con un proceso electoral afiatado y plural en marcha que garantiza la alternancia en el poder. El 2011 se presenta, pues, como un año promisorio, en que el mayor reto es consolidar los avances económicos, políticos y sociales de nuestro país.Hay bastante lugar para el optimismo. Aparte de las elecciones generales y un nuevo gobierno desde el 28 de julio, lo que se haga este nuevo año será determinante para seguir atrayendo inversiones, crecer nuestra oferta exportadora, incrementar el consumo y fortalecer la clase media. Corresponde al Gobierno, a la clase política y a la ciudadanía poner el hombro para garantizar un proceso electoral sin sobresaltos y elegir responsablemente la mejor opción democrática que mantenga las líneas maestras del modelo económico que ha permitido reducir la pobreza y mejorar las condiciones de vida de muchos peruanos. Aunque queda mucho por hacer para erradicar la miseria, es innegable que hay notables avances en ese sentido. Para el 2011 se espera un crecimiento no menor del 6%. Las condiciones internas y externas se tornan favorables para que el Perú se afirme en la senda del crecimiento. No hay espacio ni vocación popular -según lo demuestran las encuestas- para experimentos heterodoxos ni socialistoides, sobre todo cuando sabemos que la política de apertura, que ha permitido firmar tratados de libre comercio, se perfila como un puntal del desarrollo. Al próximo gobierno le compete retomar objetivos relegados, como la reforma del Estado, así como continuar con los planes para mejorar el acceso y la calidad de la educación, la salud, la inclusión económica y la reducción de la pobreza. No menos importante es promover la innovación y la tecnología, el acceso a la justicia, la gobernabilidad y la lucha contra la corrupción. No podemos desaprovechar la magnífica oportunidad que se nos presenta. Nunca como antes hemos estado tan cerca de catapultarnos al Primer Mundo, lo que dependerá del compromiso de políticos y ciudadanos con el sistema democrático, y la apuesta por la inversión y el desarrollo económico consistente, descentralizado e inclusivo, que beneficie a la mayoría de peruanos.(Edición sábado).

  • [El Comercio,Pág. A 4]
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