CRECIMIENTO:¿HORA DE FRENAR?
23 de diciembre de 2010

No por mucho madrugar amanece más temprano, reza el dicho. Lo mismo se puede aplicar al crecimiento económico. Ha sido muy positivo que la economía nacional se haya recuperado rápidamente de los efectos de la crisis mundial y termine este año creciendo (8.8%) a tasas similares a las registradas en la precrisis. Pero la demanda interna está creciendo muy por encima del PBI (12.6%), y si bien ello se debe en parte al repunte de la inversión privada (22.4%), también crece fuerte el consumo (privado 6% y público 9.5%) impulsado por el alto dinamismo del crédito y la mejora en el empleo y los ingresos familiares. Tan es así que el BCR ya advierte con toda claridad que existe un riesgo de sobrecalentamiento de la economía nacional.Lo ideal es que el PBI crezca alrededor de su potencial, sin presiones inflacionarias. Una política fiscal menos expansiva ayudaría a ello, pero eso es difícil en un año electoral como el 2011, como ya se vio al aprobarse el presupuesto para el 2011 (las presiones por mayor presupuesto fueron por S/. 10,000 millones, que no prosperaron, al menos por ahora).Además, a diferencia de otros años, el período electoral no tendría tampoco mayor efecto negativo en la inversión privada al haber una cartera de proyectos de largo plazo ya comprometidos (que suman US$ 13,665 millones para el 2011 y 40,000 millones para el período 2010-2012) y porque el riesgo político del ascenso de un ‘antisistema’ es percibido hoy por el mercado menor que el que se tenía en el 2006.Por lo que es de esperar que tanto el gasto público como el privado no disminuyan sustancialmente sus tasas de crecimiento en el 2011, manteniendo en vilo la posibilidad de un sobrecalentamiento y de brotes inflacionarios (que se agravaría con el encarecimiento de los precios internacionales de los alimentos).El único freno (involuntario) para el crecimiento de la economía vendría por el lado de la demanda externa si la crisis europea o de EE.UU. se agravan o el crecimiento chino se desacelera, ya que ello afectaría la demanda y posiblemente algunos precios de exportación. Esperemos que prime la cordura y que la política fiscal modere realmente el crecimiento del gasto público y que la política monetaria contenga el exceso de liquidez en el que se sustenta el actual ‘boom’ del crédito.

  • [Gestión,Pág. 30]
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