Hacia el 2013 Arequipa, Cusco, Moquegua y Tacna podrían tener problemas en el abastecimiento eléctrico y no precisamente por falta de capacidad de generación de energía sino de líneas de transmisión que la transporten desde las centrales hidroeléctricas que se construyen actualmente: Machu Picchu II y Santa Teresa, ambas en el Cusco. La primera línea de transmisión que debió construirse es Machu Picchu-Cotaruse, de 220 kilovoltios (kV, medida utilizada para la transmisión eléctrica) y que fue otorgada al consorcio Isonor (formada por las españolas Elecnor e Isolux) en abril del 2009 con el objetivo de que empiece a ser operada en febrero del 2011; sin embargo, Isonor tuvo problemas financieros y no pudo construir la referida línea eléctrica.En vista de esta situación el Ministerio de Energía y Minas encargó a Pro Inversión una segunda línea de transmisión alterna por lo que hace dos meses licitó la línea de transmisión Machu Picchu-Abancay-Cotaruse. Pese a no poder cumplir aún con la obligación de construir la primera línea de transmisión, Isonor intentó presentarse al proceso de la segunda línea eléctrica.