Los reclamos sociales se han convertido en una peligrosa costumbre en el país y son reflejo del aumento de la desconfianza y la violencia. Eso se desprende del último balance de conflictos sociales hecho por la Defensoría del Pueblo. En este informe se da cuenta que actualmente hay 65 enfrentamientos ya sea entre la población y sus autoridades o entre los habitantes y diversas entidades públicas o privadas.El informe también trae algunas noticias buenas. Por ejemplo, da cuenta de que en agosto pasado se lograron resolver los conflictos sociales en Cutervo (Cajamarca) y en el distrito de Cahuapanas, provincia de Alto Amazonas (Loreto). También se encontró soluciones a los problemas que ocurrían en los distritos puneños de Asillo, Kelluyo y Juliaca. En todas estas localidades los alcaldes fueron cuestionados por diversos motivos, pero felizmente la paz pudo recuperarse a través del diálogo.Lamentablemente, las soluciones no llegaron para otros 19 conflictos que se mantienen activos en localidades de los departamentos de Áncash, Apurímac, Arequipa, Ayacucho, Cajamarca, Cusco, Huancavelica, Junín, La Libertad, Loreto, Piura y Puno. También ha sido considerada en esta relación la huelga nacional de docentes universitarios.