Los principales gremios de Islay cumplieron ayer su segundo día de huelga exigiendo la paralización del proyecto cuprífero Tía María, de Southern Perú. A diferencia del día anterior, en que se registraron actos violentos, la ciudad de Cocachacra amaneció en calma, aunque al mediodía hubo un enfrentamiento entre la Policía y un grupo de manifestantes que intentó tomar el local de capacitación técnica de la minera.Para tratar de solucionar el problema, el primer ministro José Antonio Chang oficializó el interés del Ejecutivo de iniciar el proceso de diálogo con las autoridades y dirigentes de Islay. El presidente regional de Arequipa, Juan Manuel Guillén, hizo el anuncio y precisó que la decisión ahora está en manos de quienes convocaron a la protesta."No se han planteado fechas ni lugares probables para la reunión, pero el premier sí ha manifestado su deseo de que se dé en medio de un clima de paz social. Lo lógico sería que Islay dé una tregua y se inicien las conversaciones", precisó.