EL IMPACTO DEL PAQUETE DE LA FED
10 de noviembre de 2010

Finalmente, la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) anunció hace una semana lo que el mercado venía anticipando: inyectará liquidez a la economía estadounidense mediante la compra de bonos del Tesoro por US$ 600,000 millones hasta fines de junio del 2011, a razón de US$ 75,000 millones mensuales. La medida no solo tendrá efectos internos, sino que también afectará al resto del mundo. En el caso de economías emergentes como la peruana, se espera un incremento en el flujo de capitales golondrinos que exacerbarán la presión a la baja que hace meses está sufriendo el tipo de cambio. Aunque el gobierno parece haber descartado la creación de un impuesto a los capitales de corto plazo (por ahora), el Banco Central de Reserva (BCR) tendrá que permanecer muy alerta a fin de evitar una caída traumática del valor de la divisa estadounidense.Pero más allá del tipo de cambio, existe el riesgo de que otros países comiencen a implementar medidas comerciales proteccionistas con el fin de compensar la reducción de sus tipos de cambio reales. El secretario de Comercio Exterior de Brasil, Welber Barral, ya advirtió que si el Grupo de las 20 principales economías del mundo (G-20) no logra esta semana una solución global al problema de los desequilibrios cambiarios, se podría desatar una guerra comercial. De concretarse ello, las principales afectadas serían las exportaciones. Quizá la vigencia de tratados de libre comercio podría atenuar un impacto negativo, pero todavía se negocian acuerdos de ese tipo con algunos de nuestros principales socios comerciales.El temor a una crisis cambiaria es tal que el presidente del Banco Mundial, Robert Zoellick, ha sugerido que las economías líderes deberían considerar la adopción de un patrón oro global para definir sus tipos de cambio. En vista de que dicha propuesta tendrá que madurar, no se la vislumbra como una solución para el problema actual y los países se verán en la obligación de activar sus mecanismos defensivos.La alternativa más recomendable es impedir la sobrevaluación excesiva de la moneda local (del nuevo sol), pero sin seguir el ejemplo de China, que aplica devaluaciones artificiales. A la par de utilizar herramientas de política monetaria y cambiaria, lo fundamental es incidir en políticas que apuntalen la mejora de la productividad y la competitividad.

  • [Gestión,Pág. 30]
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