Que el Perú sea la mejor plaza de Sudamérica para hacer empresas y negocios y ocupe el puesto 36 en el mundo (de un total de 183 países), según el ranking Doing Business (DB-2011) que elabora el Banco Mundial, es un logro importante.Esta calificación significa un ascenso de 10 puestos respecto a la evaluación del año pasado y obedece a que nuestro país fue uno de los 10 mejores en realizar reformas en cuatro de las 9 áreas que mide el ranking: inicio de negocios, demora en permisos para construir, registros de propiedad, y en comercio exterior. Destaca haber disminuido en un tercio los procedimientos (de 9 a 6) y el tiempo (de 41 a 27 días) para iniciar negocios; de 9 a 2 días el registro de una propiedad y el tiempo para exportar (de 21 a 12 días) y para importar (de 24 a 17 días).Aun cuando la exclusión de condiciones de empleo (en el DB-2011) impulsó el avance del Perú, ello explica solo una parte ya que ha habido mejoras efectivas en el clima de negocios. Además, según el índice de Competitividad Global del World Economic Forum (ICG-WEO) el Perú avanzó del puesto 77 en el 2009-2010 al 56 en el 2010-2011, en cuanto a eficiencia del mercado laboral.Pero el buen clima para los negocios no lo es todo. El país requiere mejorar su nivel de competitividad, tema en el cual todavía estamos relegados en el mundo (puesto 73 de 139 países) y en la región latinoamericana (décimo) debido a que no se ha avanzado como lo exige el mundo globalizado actual en mejorar la productividad y, con ello, los ingresos y bienestar de la población. En ello tienen que ver básicamente la educación primaria y salud, tema en el que estamos en el puesto 92 según el ICG-WEO; la innovación (puesto 110), infraestructura (88), fortaleza institucional (96), entre otros.Ad portas de las elecciones generales, ya es tiempo de que los principales candidatos logren un consenso y se comprometan a que estos temas sean considerados como políticas de Estado y prioricen medidas concretas en plazos preestablecidos para mejorar sustancialmente esos malos indicadores. De lo contrario, seguiremos relegados en el tema de la competitividad y el riesgo de la no sostenibilidad del crecimiento económico y la inestabilidad política seguirá latente.