LA ESTRATEGIA DEL BCR FRENTE AL DÓLAR
8 de noviembre de 2010

Como era de esperarse, la Reserva Federal de Estados Unidos (FED) ha adoptado una serie de medidas, poco convencionales según los analistas, para impulsar la aún debilitada economía de ese país frente a la amenaza de una desaceleración de sus precios y algunos decepcionantes indicadores, como la tasa de desempleo.Sin embargo, más allá de lo oportuno de esas acciones a favor de la consolidación de las cuentas estadounidenses, también resulta atendible la polémica que dichas políticas han desencadenado en el resto del mundo, por las consecuencias que están registrando en Europa y que a la larga tendrían en Latinoamérica.Según se ha informado, la FED introducirá 600.000 millones de dólares en bonos del Gobierno el próximo año y aumentará la cantidad de dinero en los bancos, con el objetivo de reducir las tasas de interés y estimular el gasto. Los críticos de esta medida consideran que esto podría elevar la inflación en Estados Unidos, pero también afectar el precio del dólar, que desde el miércoles último comenzó a bajar en varios países europeos.En el caso de Europa, un dólar bajo favorece la competencia de los productos estadounidenses. La pregunta es cuáles serían los efectos en economías como las latinoamericanas, en ciertos casos dolarizadas.En cuanto al Perú, será necesario que el Banco Central de Reserva (BCR), que ha reaccionado hasta ahora de manera oportuna para controlar el precio del dólar, actúe en concordancia frente a las recientes medidas de la FED. Recordemos que para asegurar la estabilidad de los precios, el BCR ha venido en los últimos meses comprando dólares en cantidades considerables, para controlar su circulación en el mercado interno. Asimismo, ha elevado la tasa de interés de referencia, variable importante que regula el costo del crédito al sector privado. La medida buscó contener el crecimiento de la demanda y evitar que los peruanos quieran comprar una cantidad de productos que las empresas ya no pueden abastecer, induciendo a estas últimas a subir los precios y eventualmente a generar inflación. Por ello, como señalamos en agosto pasado cuando se lanzaron algunas alertas sobre la ocurrencia de un eventual calentamiento de la economía nacional, es necesario no bajar la guardia y estar atentos a los estertores de una crisis internacional que incluso los países en desarrollo reconocen que aún no ha concluido.Es más, ad portas de las elecciones generales del próximo año y para garantizar una correcta transferencia, resulta indispensable que tanto el BCR como el Ministerio de Economía y Finanzas se comprometan a administrar el crecimiento económico del país de manera responsable. Como señala el presidente del Consejo de Ministros, José Antonio Chang, en entrevista con El Comercio, el Gobierno se ha comprometido a dejar un país estable económicamente, sin bombas de tiempo. Eso implica evitar entrampamientos, como el que puede derivarse de las medidas aplicadas por Estados Unidos dentro de su llamado programa de flexibilización cuantitativa para aliviar la lenta recuperación de sus cuentas fiscales.