Hemos visto con admiración el rescate de los 33 mineros que quedaron atrapados en una mina de Chile a más de 700 metros de profundidad. El presidente Piñera asumió de inmediato el liderazgo y la responsabilidad del rescate: cueste lo que cueste. La tarea era difícil y para tener éxito se necesitaba gastar varios millones de dólares. Nadie puso en duda la transparencia del gasto que iba a realizar el Ministerio de Energía y Minas. Se contrató maquinaria costosísima para perforar con seguridad y rapidez el túnel por el que saldrían los 33 prisioneros de la tierra. La operación fue un éxito rotundo. ¿Qué hubiera pasado en el Perú? Imaginemos:- Se anuncia que en una mina de Huancavelica hubo un derrumbe y quedaron atrapados 33 mineros.- El Presidente declara la necesidad de actuar de inmediato cueste lo que cueste. Nombra a una Comisión Ad Hoc y prepara un DL para darle autonomía de gasto y exonerarla de cualquier traba burocrática.- El Congreso de la República, sospechando de algún posible "negociado", elimina las prerrogativas del gasto de emergencia y se nombra un directorio de 23 miembros.- La Comisión Ad Hoc determina que hay que traer maquinaria muy costosa de la NASA. El directorio discute y aprueba el gasto.- La Comisión Ad Hoc eleva el acuerdo a la PCM, que luego de estudiar el informe, lo eleva al Ministerio de Economía y Finanzas, solicitándole la emisión de un decreto supremo de ampliación presupuestaria.- El MEF emite el DS de ampliación del Presupuesto de la PCM, que es publicado en el diario oficial El Peruano.- Entonces la PCM emite una resolución ministerial aprobando el gasto, ya desagregado por partidas, y pide al MEF el desembolso.- El MEF aprueba el calendario de desembolso.- Ya han pasado 90 días.- Los mineros están sin vida. - El gobierno promete a los deudos una indemnización compensatoria. - Han pasado tres años y los deudos siguen esperando…