Al recientemente elegido presidente regional de Piura un entrevistador le preguntó respecto a la minería y la inversión privada. Hábilmente desvío la respuesta hacia la importancia de la inversión en proyectos como la siembra de duraznos. Siendo desde siempre un país minero, los peruanos hoy negamos a la minería; lo hacemos mientras disfrutamos de los ingresos que genera al Estado a través de impuestos o de la tecnología que incorpora. Renegamos del poco empleo generado, de su elevada participación en las exportaciones y reclamamos "mayor valor agregado’. El valor agregado de la minería se puede dar de muchas maneras, además de industrializando el mineral: se da convirtiendo sus ingresos en carreteras, puentes, puertos, líneas telefónicas, escuelas, buenos profesores, vacunas y atenciones de salud. La próxima vez que exportemos fruta de la selva, pensemos honestamente, si la minería no ha contribuido a que esto sea posible, señala Patricia Teullet.