Trabajadores del complejo metalúrgico de La Oroya, perteneciente a Doe Run, marcharon ayer al Congreso para exigir que se reanuden las operaciones de la empresa paralizada desde junio del año pasado. Los obreros también reclaman la aprobación en el Parlamento del proyecto de ley de jubilación anticipada para los mineros y advirtieron que tomarían medidas de fuerza si no atienden sus pedidos. En tanto, la Sunat cumplió hace dos semanas con presentarse ante el Indecopi como principal acreedor de la minera.