LA NUEVA FIEBRE DEL ORO
28 de septiembre de 2010

El oro marcó ayer un nuevo récord en su cotización internacional al alcanzar los US$ 1,300 la onza, un 30% superior al nivel de hace doce meses. Para muchos operadores del mercado, el valor del metal llegará a los US$ 1,500 la onza dentro de un año, debido a la incertidumbre que persiste acerca de la situación económica global, pues aunque el oro no es el principal activo en el actual mundo de las finanzas, continúa manteniendo su fortaleza como refugio en épocas de crisis de la economía.Todos quieren comprar oro, y esa es una buena noticia para el Perú, uno de los principales productores auríferos del planeta. ¿Pero cómo puede aprovechar el país esta coyuntura, que probablemente se extenderá durante todo el 2011, por lo menos? Para empezar, la economía peruana ya se ha recuperado de la crisis económica y financiera, lo que otorga cierta tranquilidad a las autoridades para prestar atención a eventos externos favorables. Es innegable, por ejemplo, que las cuentas externas lucirán mejor ya que el oro tiene una elevada participación en nuestras exportaciones totales (23% entre enero y julio de este año).Pero quizás la mayor incidencia se notará en los ingresos fiscales, particularmente por concepto del impuesto a la renta que pagarán las empresas que extraen el metal este año y el próximo. Este esperado incremento en los ingresos públicos beneficiará especialmente a los departamentos donde se ubican las minas auríferas, gracias al canon, por lo que se debe esperar que sus autoridades (gobiernos regionales y municipales) tengan a la mano propuestas para hacer un uso eficiente de esos fondos, que son eminentemente de carácter temporal, y no los empleen en gasto corriente (que se torna permanente, como los sueldos). Es de prever que esta nueva fiebre tenga también un efecto pernicioso en la explotación informal y en el recrudecimiento de sus prácticas que dañan el medio ambiente e incumplen la legislación laboral, por lo que el Gobierno tiene que redoblar sus esfuerzos para combatirla.Aunque las reservas certificadas de oro en el país tienen un horizonte de apenas tres años, las probables se extienden hasta los once años, lo que sumado a los nuevos proyectos de exploración asegurarían que el Perú se mantendrá como un productor importante en la próxima década.

  • [Gestión,Pág. 30]
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