En cuatro años, el Programa Minero de Solidaridad con el Pueblo (PMSP) o Aporte Voluntario ha demostrado ser un mecanismo ineficiente de redistribución de las sobreganancias mineras y así lo reconoció ayer el flamante ministro de Economía, Ismael Benavides.El titular de la cartera de Economía dijo que existen una serie de defectos que han impedido la óptima ejecución de los recursos aportados por las mineras. El más grave es la falta de coordinación entre los gobiernos regionales y las propias empresas mineras. Pero Benavides hizo un mea culpa y reconoció que dentro del mismo Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) también ha habido demasiada rigidez al momento de evaluar y aprobar los proyectos financiados con recursos del aporte voluntario.