Que la corrupción sea un mal enquistado en el mundo entero puede servir de tonto consuelo, pero que transcurridos más de tres años de gobierno democráticamente elegido se perciba más retrocesos que avances en la lucha contra este flagelo en el Perú, debe mover a franca preocupación.Tan poco halagüeña conclusión es la que se deriva del informe anual -elaborado por Transparencia Internacional (TI)- del 'Índice de Percepción de la Corrupción', una "encuesta de encuestas" basada en 18 sondeos aplicados por distintas instituciones en 146 países a empresarios, ejecutivos, académicos y analistas de riesgo económico y político sobre su percepción de la inmoralidad en la administración pública.Si el año pasado el Perú se ubicaba en el puesto 59, con una calificación de 3,7 puntos, en el 2004 se ha bajado al lugar 67 con 3,5 puntos. Según la escala definida por Transparencia Internacional, el país más cercano al tope 10 se encuentra en el ideal de la honradez y los que se aproximan a cero son los que tienen mayores problemas.En el caso peruano, ese 3,5 significa estar a solo medio punto del nivel considerado de graves e incontrolables problemas de corrupción, alertó ayer José Ugaz, presidente de Proética (entidad que representa a Transparencia Internacional en el Perú) al presentar el informe.